Problemas de concentración: Cómo afectan a los niños y qué hacer

Problemas de concentración: Cómo afectan a los niños y qué hacer

Los problemas de concentración afectan a muchos niños y adolescentes afectando negativamente a la vida escolar y personal. Realmente la falta de concentración no es un término médico como tal, refiriéndonos a las dificultades atencionales o problemas para fijar la atención. 

Podemos definir la concentración como la capacidad de focalizar nuestra mente y atención en una tarea que estamos llevando a cabo siendo capaces de bloquear elementos que distraigan como ruidos y molestias que haya en el ambiente. 

Señales que indican que un niño o adolescente sufre problemas de concentración

La concentración puede entrenarse mediante diferentes ejercicios de concentración como imágenes mentales, sopas de letras, meditación, los juegos de palabras… Echa un vistazo a nuestro  artículo sobre los juegos de palabras  más divertidos que pueden ayudar a ejercitar la concentración de los más pequeños (¡y no tan pequeños!)

Entre los síntomas más usuales que detectan problemas de concentración nos encontramos con:

Distracción continua

La distracción en clase es continua y el profesorado llama la atención de nuestros hijos con notas en la agenda o incluso se pone en contacto con nosotros. Otro de los síntomas son no entender los deberes o hacerlos durante mucho más tiempo del necesario. Hacer actividades fuera del ámbito escolar también conlleva distracción como leer, juegos desestructurados o ver películas y perderse el argumento. 

Problemas a la hora de mantener conversaciones largas

Las conversaciones con nuestros hijos pierden el hilo y vemos cómo se aburren hablando. Este puede ser uno de los síntomas más comunes. 

No es capaz de seguir instrucciones

Seguir el paso a paso es imposible y las instrucciones sobre cómo hacer algo se vuelven muy difíciles aunque realmente sean pasos sencillos. 

Hay que repetir varias veces las órdenes

Los niños y adolescentes que necesitan que se les repita varias veces las mismas órdenes por muy sencillas que sean tienden a sufrir problemas de concentración. 

problemas de concentración

Cómo evitar la falta de concentración en niños

Es fundamental encontrar la causa de los problemas de concentración puesto que pueden afectar muy negativamente en la vida de nuestros niños y adolescentes. Entre todos los motivos de la falta de concentración podemos encontrar los siguientes.

Cansancio y hambre

Tener una dieta deficiente hace que no haya concentración. El cuerpo necesita alimentos y nutrientes que hacen que haya energía para realizar todo tipo de actividades. El sueño también provoca que nuestro organismo no pueda centrarse en solo una tarea dejando de lado las distracciones.

Estrés

Los niños y adolescentes pueden pasar periodos de mucho estrés por diversos motivos. Estos problemas de concentración pueden reducirse o incluso desaparecer si tratamos de poner remedio a nuestros problemas emocionales. 

Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son muy comunes en niños y niñas. Situaciones como el cambio de colegio, la pérdida de un ser querido o la separación de los padres son ejemplos de los momentos de estrés y ansiedad que pueden sufrir los niños. Es fundamental conocer que ante momentos de incertidumbre, lo más probable es que nuestros hijos sufran estos trastornos siendo la comunicación uno de los pilares en los que debemos apoyarnos. 

Trastornos de la atención e hiperactividad

En caso de que la falta de concentración sea debida a problemas relacionados con el trastorno por déficit de atención o hiperactividad, es necesario acudir a un especialista debido a que no es un problema puntual sino más duradero. 

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Cómo tratar la pérdida de memoria en niños y adolescentes

Para mejorar la capacidad de concentración de los niños y adolescentes podemos realizar diferentes actividades como trabajar las habilidades visuales, jugar a las cartas o a actividades que requieran recordar las reglas del juego, como por ejemplo jugar al ajedrez. De hecho, ya son muchos los colegios que están empezando a trabajar con el ajedrez en el aula.  También puede ayudarles leer de manera conjunta con nuestros hijos. Podemos probar todo tipo de actividades que además de fomentar el grado de concentración, crearán un vínculo más estrecho con nuestros hijos.