La crianza respetuosa y consciente es algo que está de moda en los últimos tiempos. Este tipo de educación es muy positiva puesto que creamos lazos fuertes con nuestros pequeños y no tan pequeños. Nos permite disfrutar de la maternidad y la paternidad de manera más consciente aunque también requiere mayor esfuerzo a nivel personal.
¿Qué es la crianza respetuosa? Claves para obtener una crianza feliz y consciente.
La crianza consciente no es simplemente un tipo de educación, sino que puede convertirse en una filosofía de vida. Es el acompañamiento y apoyo mutuo de nuestros hijos e hijas para potenciar su desarrollo personal de manera respetuosa y consciente. Esto quiere decir que no cambiamos aspectos que no nos gusten de nuestro hijo, sino que los potenciamos y guiamos en todo el proceso que es la vida.
Al potenciar su desarrollo personal también estamos desarrollandonos personalmente nosotras en un camino de autoconocimiento y crecimiento personal. Los principios de la crianza respetuosa son: horizontalidad, es decir, criar a nuestros hijos como nos gustaría que nos hubieran criado a nosotros.
La empatía y respuesta a las necesidades que surjan, junto con sentimientos como buenas y malas emociones y expresiones. Al no poner límites , hay que aplicar una disciplina positiva, es decir, premiar las buenas acciones y no castigar las malas.
Los objetivos de la crianza respetuosa son:
Atender a las necesidades que vayan surgiendo
Ser el acompañante de nuestros hijos durante toda la infancia
Crear y fortalecer vínculos afectivos
¿Cómo se lleva a cabo una crianza respetuosa?
No se puede confundir la crianza respetuosa con la permisividad, ya que al no ponemos límites a nuestros pequeños. Siempre se realiza desde un marco de respeto y valores que no se pueden sobrepasar. Existen una serie de pautas que debemos de tener siempre en cuenta a la hora de aplicar una crianza respetuosa y consciente:
Mantener la calma y no dejar que los nervios nos superen
Empatiza con tu hijo e intenta comprender cómo se siente en ese mismo instante. Con el paso del tiempo, sabrás cómo se siente tu pequeño solo con mirarlo a los ojos.
Respeta su intimidad y sus ritmos de desarrollo. Cada niño crece a su manera y tiene su propio individualismo. No intentes hacer que crezca más rápido y no exigirle más de la cuenta.
Entiende sus sentimientos, ya sea si está enfadado o contento, triste o llorando. Gracias a la crianza respetuosa ayudaremos a gestionar los sentimientos de nuestros hijos.
Renuncia a todo tipo de castigos ya sean verbales como físicos. Jamás será una opción castigar a tus hijos encerrarlos o gritarles.
Felicítale y premia los buenos actos.
Plena atención sobre nuestros hijos
Se basa en centrar nuestros pensamientos en lo que estamos haciendo en este mismo instante siendo plenamente consciente de lo que estamos haciendo. Disfrutaremos de cada instante con nuestros niños sea cual sea la actividad.
Algunos investigadores consideran que la atención plena tiene muchos beneficios siendo un tratamiento de psicoterapia con problemas de ansiedad o déficit de atención e hiperactividad. Algunas de las técnicas para aplicar la plena atención o mindfulness son:
Practicar la plena atención en las actividades cotidianas como la lectura, la comida, los deberes o jugar en el parque.
Un “descanso de la mente”. Respirar profundamente, calmarnos, estar presentes y centrarnos en el momento actual.
Contacto físico: besos, abrazos y caricias
Las caricias, los besos y los abrazos son vínculos afectivos que sirven para expresar nuestros sentimientos. Está comprobado que nos sentimos mejor cuando recibimos y damos contacto físico. No hay nada mejor que dar besos y abrazos a nuestros pequeños para demostrar nuestro amor hacia ellos y viceversa.
Es fundamental el contacto físico para tener una felicidad infantil. El contacto entre padres e hijos, los abrazos, las caricias y el amor incondicional activan el bienestar emocional, nos calman, hace que nos pongamos felices y activa las buenas emociones.
Aceptamos las necesidades y emociones de nuestros hijos
Las necesidades más importantes para el desarrollo personal de nuestros niños los marcarán durante toda su vida. Los niños van construyendo sus recursos emocionales así como la visión de los demás y de ellos mismos, su autoconfianza y la relación con los demás. Las tres necesidades en el desarrollo emocional son:
El apego: los niños necesitan seguridad, proximidad y consuelo. Esto es la construcción del vínculo emocional entre el bebé y los cuidadores principales que le proporcionan consuelo y seguridad al estar con ellos. El tipo de apego se consolida el primer año de vida, para poder construir un apego seguro, es necesario que el cuidador esté disponible y atento ante las llamadas del pequeño. Tener un apego seguro siendo más mayores hace referencia a tener una “base segura” y un “refugio seguro”, es decir, explorar el mundo por sí mismo desde la seguridad de tener a sus padres cerca.
La regulación emocional: es la capacidad que tenemos para gestionar las emociones de forma adecuada y satisfactoria. En el caso de los niños, esta regulación va a depender de la capacidad de los padres o cuidadores y de cómo la lleven a cabo para poder aprender.
La especularización: sentirse visto, reconocido y querido. Es muy importante tener interacción y diálogo con sus padres y cuidadores principales. Es necesario mandar a nuestros hijos mensajes positivos y se valore lo que hace siendo realistas con sus logros y capacidades.
Honestidad
Se refiere a la integridad, sinceridad y veracidad. La honestidad es un valor que se aprende y asimila formando parte posteriormente en la personalidad de nuestros hijos. Para fomentar la honestidad en los más pequeños son:
Explicar qué es la honestidad y los valores y conceptos básicos.
La honestidad atrae a la honestidad. Si queremos que nuestros hijos sean honestos, nosotros tenemos que serlo también.
Enseñar a nuestros hijos que tienen que ser honestos consigo mismos. Conocer las virtudes y limitaciones hace que tengamos una visión más real que nosotros mismos.
La honestidad es respetar a los demás, creando vínculos más fuertes con amigos, familia o profesores.
Hablar de la deshonestidad.
Intimidad emocional
Es hacer que los niños y niñas confíen en nosotros y puedan venir hacia nosotros cuando tengan problemas o preocupaciones. Las claves para conseguir una intimidad emocional son: pasar tiempo juntos, compartir nuestra intimidad emocional con ellos y ser flexibles y tolerantes. Debemos no criticar y ser comprensivos para poder tener voluntad de escuchar, de pactar y de entenderlos habiendo siempre unas normas de convivencia.
Respeto
Antes de nada es importante conocer el autorespeto, es decir, valorarse a uno mismo. Algunas de las estrategias que debemos de llevar a cabo para tener una relación de respeto con nuestros hijos son:
Criar con valores. La empatía, la solidaridad y la honestidad son valores básicos que tenemos que aplicar en la educación respetuosa y consciente.
Asertividad. Saber decir NO ante decisiones de las que no estamos seguros.
Para que haya respeto, es necesario respetarlos. Si exigimos respeto tenemos que dárselo primero. Concede un voto de confianza y respeta sus deseos siempre y cuando sean seguros.
Evita los castigos y los insultos.
Beneficios e inconvenientes de una crianza respetuosa y consciente
Muchos son los beneficios de la crianza positiva o respetuosa, pero podemos identificar algunos de ellos como son:
Los niños desarrollan responsabilidades.
Comprenden normas establecidas y se comprometen con ellas
Buena salud emocional.
Ser independientes.
Entienden sus fallos y errores.
Adquieren habilidades que le serán de gran ayuda en su vida personal y laboral: resolución de problemas, comunicación,empatía, respeto…
Favorece un vínculo afectivo fuerte entre adultos y los niños. Los niños y niñas se sienten queridos y atendidos y son capaces de comunicar mejor a los adultos.
Hay algunos inconvenientes en la crianza respetuosa y consciente. Uno de ellos es que podemos tener los conceptos ambiguos y no aplicarlos de la manera correcta, criando a nuestros hijos e hijas de una manera errónea. Otros de los inconvenientes son:
Forzar demasiado la paciencia. No disponemos de una paciencia infinita. Algunos padres y madres se ven desbordados ante situaciones en las que no saben cómo actuar.
Es necesaria la disciplina y el orden. Esto quiere decir que aunque hablemos desde el amor y el respeto, debemos de tener normas y límites para sentir confianza y seguridad.
No hay resultados inmediatos.
Diferencias entre crianza tradicional y crianza consciente
La crianza tradicional se basa en aplicar una disciplina y unas normas a nuestros hijos e hijas pensando que eso es lo mejor para ellos. Muchas veces este tipo de crianza convencional o tradicional se complementa con castigos y gritos que “obligan” a los niños a portarse “bien”. Esto puede crear fuertes problemas psicológicos y traumas.
En cambio, la crianza respetuosa y consciente trata de tener una relación de los papás y mamás basada en el amor y la cercanía con sus niños. Educando desde el respeto conseguimos que nuestros peques confíen y cuenten con nosotros durante toda su infancia. La crianza respetuosa empieza cuando unimos el amor, el respeto, la escucha activa y el respeto a la educación que le damos a nuestros hijos. Guiaremos y acompañaremos para gestionar las emociones que muchas veces no saben resolver. Haremos que nuestros niños se sientan seguros y confiados para contar con nosotros para todo.